Los comederos de semillas son el tipo más común. Estos pueden variar en el diseño pero los más habituales son los construidos como tubos verticales, pequeñas tolvas, bandejas y mallas colgadas. Son aptos para semillas variadas como el mijo, pipas de girasol, cártamo, semillas de colza... e incluso para frutos secos como los cacahuetes. Atraerá a muchas aves como cardenales, pinzones, carboneros, gorriones...
Algunos comederos de pájaros vienen con mecanismos que son sensibles al peso y que cierran el acceso a los puertos dispensadores de semillas cada vez que se detecta un peso superior al previsible para un pájaro. Así se impide que otros animales como las ardillas puedan acceder a la comida.
Otros comederos de aves en lugar de dispensar semillas, suministran soluciones de agua y azúcar (néctar) para alimentar pájaros de la familia de los colibríes. Esta mezcla es a menudo de color rojo para atraer a las aves y del mismo modo, algunos alimentadores de colibríes tienen colores llamativos. Estos alimentos líquidos, debido a su composición, se deterioran con rapidez, por lo que se deben renovar con frecuencia para evitar daños a las aves.
Las hormigas y otros insectos también son atraídos por el néctar de modo que es recomendable tratar con vaselina las zonas anexas al comedero por donde puedan trepar hasta él, eso si, con cuidado de no afectar a los pájaros porque tendrán dificultades para limpiar sus plumas si entran en contacto con este tipo de productos.
Para finalizar os mostramos los comederos o alimentadores de sebo. Están hechos de metal y su construcción se asemeja a una jaula. En ella se inserta un bloque de sebo para alimentar a los pájaros insectívoros. Este sebo ayuda a mantener a las aves alimentadas durante el frío invierno.
En cualquier caso, si vaís a colocar un comedero para aves cerca de vuestro hogar, os recomendamos la pequeña guía publicada por SEO Birdlife donde dan buenos consejos e incluso puede que os animéis a fabricarlo vosotros mismos.
